Editorial: El Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias descargan la gestión de la Cogobernanza en los Reinos de Taifas de este santo país llamado España. Que ellos se cuiden de todo. Cuantiosas obligaciones, ningún derecho. Se han anunciado medidas sanitarias y de movilidad, pero como siempre ninguna protección ni ayudas a la ciudadania. Si se obliga a la población y a los profesionales a dejar de trabajar, alguien deberá articular apoyos para evitar que esas personas entren en quiebra. Dinero que pagaremos todos dentro de unos años. No es de ellos.

Mientras tanto los Ayuntamientos de Baleares recuerdan al Ejecutivo de Francina Armengol que pidieron hace muchos meses ayudas por falta de efectivos y agentes, no ha llegado ninguna certeza y mucho menos aumento de plantillas. Les encargan tareas de vigilancia imposibles, por eso es fácil buscarle la vuelta a la Policía Local y Nacional. Evitan botellones y concentraciones, pero se producen 20 y consiguen abortar 5. No digamos los encuentros familiares, amigos, celebraciones. Ese tema es difícil de controlar, están en asuntos más visibles.

Dicen algunos concejales que lo mejor es movilizar a los colaboradores de Protección Civil, en Manacor es un grupo importante, algunos de ellos están hace tiempo en tareas muy cercanas a la policía local. Además todos ellos están coordinados por el anterior Inspector Jefe de la Policía Municipal de Manacor Antoni Sureda. Buscan desesperadamente junto con la Policía Nacional cumplir las tareas encomendadas. Pero se necesitan el doble de agentes de los que aquí tenemos. Lo mismo pasa en otros pueblos de Mallorca, algunos de ellos tienen dos agentes de media y tres localidades ninguno.

Mientras todo el mundo se queda tirado a su suerte, porque hay obligaciones pero ningún derecho. La Patronal no domesticada y los sindicatos que no tienen sueldo del Gobierno, han lanzado el grito al cielo porque los comercios, turismo, oferta complementaria, empresas, lo pasarán muy mal y a este paso se quedan sin Navidad, ni Semana Santa. Solo un milagro convertido en tratamiento o vacuna puede salvarnos. Economistas prestigiosos aseguran que no se han complementado medidas en España para salvar a las pequeñas y medianas empresas, comercios de proximidad, lo que supondrá el desastre.

Se hace un cierre por la noche y durante el día todo será igual. Las grandes superficies se pasan las medidas por el forro, las empresas multinacionales de comida rápida atienden a todos los jóvenes sin ningún problema de seguridad. Se puede estar en las terrazas de la manera y forma que desees (se han adelgazado las mesas y las distancias, eso si) pero hay tumultos en ocasiones. Se deja a la responsabilidad de las personas todos los trabajos de autónomos (fontaneros, electricistas, albañiles, carpinteros, etc). Y si alguien tiene que explicar los repuntes de donde vienen, silencio absoluto. Que saben ellos.

Es para enfadarse, que nadie le sorprenda las críticas. No podemos meter la cabeza debajo del ala. Nos han robado nuestra vida. Cumplimos durante tres meses y nos dijeron a la calle que todo bahía pasado y ahora nos anuncian que lo anterior es una broma al lado de lo que viene. En que quedamos. Además dejan en manos la pandemia de personas que han reconocido que no estaban preparados para tamaña obligación científica. Es hora de conocer y saber que científicos y especialistas de Baleares dirigen nuestro destino. Cuantos años de profesión tienen, libros y trabajos publicados. Nos morimos a cientos otra vez, ningún féretro que lo desvele. Rafael Gabaldón San Miguel.