CARTA AL DIRECTOR:

Cuando el rodillo y la falta de respeto se emplean en un Ayuntamiento.

Llevamos diez meses de legislatura en el Ayuntamiento de Llucmajor con un equipo de gobierno compuesto por políticos sin la preparación adecuada, pero que, al sumar entre todos 11 votos, se permiten tener una mayoría, con la finalidad de que cada tema que se presenta por parte de la oposición, sea rechazado sin considerar el beneficio que pueda suponer al ciudadano.

Este equipo de gobierno viene incurriendo, mes a mes, en irregularidades graves, como así lo demuestran los informes de intervención.

El rodillo que emplean los concejales del P.P., junto a los extremistas nefastos de VOX y el voto muy necesario del falso A.S.I. representado este último por una concejala famosa por ordenar matar gallinas y que sustituyó al anterior concejal, Guillermo Roig, tras haber presentado su renuncia al principio de la legislatura, para no enfrentarse a una denuncia por corrupción urbanística, es cuanto menos, lo más dañino que se viene sufriendo en esta legislatura sin comparación alguna con otras.

Pero sin lugar a duda, lo más lamentable, aparte de la mala educación empleada contra la oposición por determinados concejales del gobierno, es la chulería y falta de respeto que la alcaldesa emplea en cada momento, para evitar que, hasta la propia interventora, personaje para olvidar,  conteste a las preguntas de la oposición, que pretende clarificar la corrupción que existe en el Ayuntamiento, con respecto a los millones de euros adjudicados con el dedo dictador, sin contrato ni crédito, a empresas que no cumplen con sus cometidos.

La falta de información y transparencia no permiten a la oposición, tomar las medidas legales contra el equipo de Gobierno, aunque dada la situación judicial, de nada serviría.

Joaquín Rabasco.

Concejal y presidente de S’ULL