Editorial: Un grupo de personas mayores me paran en la calle y me piden que les diga a los concejales, “que está muy bien informar por las redes sociales y por los diarios digitales, por las diferentes webs e incluso por cualquier medio que huela a inmediato. Pero muchas personas mayores de Manacor (me recuerdan que hay miles) no están al “loro” de las nuevas tecnologías y será conveniente buscar alguna fórmula para que ellos también estén informados y sobre todo cuando se corta el agua durante todo el día y se cambia alguna cita ya programada, suspensión de algo, o lo que sea que merezca informarse”.

Llego a cenar a un restaurante y un matrimonio me cuenta que “el viernes no hubo agua y que después de llegar de Fora Vila y tenían que ir a una fiesta de media tarde se encontraron sin agua”. También les comenté que se había anunciado y explicado en redes sociales, digitales, web municipal. Tomo un zumo en un popular bar y allí otra persona me cuenta lo mismo. “Cada viernes va a caminar con un grupo de amigos y cuando llegó a casa, sudoroso, se encuentra que no hay agua, que no se puede duchar, por poco le da un ataque de nervios”. Le cuento lo mismo. Me pide que el nuevo alcalde Miquel Oliver, “piense en los mayores que no están conectados”.

Llego a casa y encuentro en mi correo del ordenador una nota de una señora, Aina, me explica “el enfado que cogió por el tema del agua del grifo”. “Entiende la avería, entiende la obligación de arreglarla, y todo lo demás. Pero ella ignorante que ahora los tiempos son otros se encuentra prisionera de su caducidad”. Me pide que le diga a los responsables municipales “que tengan en cuenta a los viejos, por favor”.

Le contesto que lo trasladaré en las páginas de la web, pero que no puedo hacer nada, soy un simple y modesto intermediario. Le doy las gracias por dirigirse a nosotros. Esta mañana me ha vuelto a mandar un correo, lo hace su nieta me dice, ella le dicta. “Que piense en lo que me dijo”. Le digo ahora mismo lo escribo. No pase pena. Así nos lo cuentan y nosotros lo trasladamos a la autoridad competente. Ellos/as mandan.